Un año más y con la ola de frío siberiano azotando, como manda la tradición una gran multitud de devotos subió a San Vicente para cumplir con el santo y bendecir las roscas, para que al comerlas y/o colocar la cinta en la que se meten, alrededor de nuestro cuello, San Blas nos proteja contra todo tipo de males de garganta. Este año volvió a llenarse el templo, aunque los chavales que era la nota vistosa en otros años, se quedaron este año con la representación de un nutrido grupo de escolares de los Escolapios
Este año el santo congregó a mucha gente, ya que el día acompañó (a pesar del frío, pero hacía sol) y además en el templo se pudo disfrutar de la visión de la nueva vidriera, la rampa que tanto demandaban las personas con problemas de movilidad, el pavimento nuevo de granito así como un retablo central lustroso y hermoso. Ofició la misa, el nuevo párroco "Rafael Mella" que sustituyó a Cesar Carnero. El nuevo párroco viene de A Pobra do Brollón y anteriormente estuvo impartiendo clases en el seminario de Lugo.
Estuvieron ausentes los que otros años llenaban el templo (los estudiantes) que apenas había, lo que si vinieron fue alumnos de los Escolapios y de Infanta Elena. Los más pequeños estuvieron en toda la ceremonia sumamente tranquilos, algo impropio para su edad (felicitaciones a sus profesores que con sus alumnos fueron a celebrar un acto muy arraigado en las gentes de la comarca y que mejor día que hoy para dar una caminata y enseñarles la zona monumental de San Vicente).